Para enero del 2024 se prevé estabilidad macroeconómica
En caso de que las tendencias económicas mundiales se mantengan como hasta el momento y a nivel interno continúe la normalización, las nuevas autoridades gubernamentales que asuman en enero del 2024 encontrarán un panorama macroeconómico estable. Los escenarios macroeconómicos parecen regularizarse y no se esperan mayores cambios estructurales derivados del ciclo político-económico, tal como lo indican las proyecciones de las autoridades monetarias para indicadores como el producto interno bruto, la inflación y el costo de la canasta básica, el tipo de cambio, el manejo de la deuda pública, la recaudación tributaria, el comercio exterior y el ingreso de remesas familiares. En su conjunto, lo anterior brinda un “electrocardiograma” económico interno y genera confianza en los agentes económicos y tomadores de decisiones. Sin embargo, el comportamiento de muchas de estas variables está muy condicionado a factores externos, tal como se experimentó hace un año con la inflación global, el alza del precio del petróleo, la crisis logística, la desaceleración de las economías de los principales socios comerciales y situaciones como el conflicto geopolítico internacional. Por lo pronto, las autoridades económicas diseñaron un mapa de riesgos para las perspectivas económicas, tanto hacia al alza como a la baja, y en la cual se plantean diferentes renglones. De acuerdo con las presentaciones de la banca central, la proyección de crecimiento de la economía guatemalteca medida por el producto interno bruto (PIB), estaría en un rango de 2.5% a 4.5% con una posición núcleo o central de 3.5% tanto en 2023 como en 2024. El promedio durante el período 2010 al 2022 fue de 3.5%, por lo que la previsión se mantiene en ese potencial. José Alfredo Blanco, vicepresidente del Banco de Guatemala (Banguat) recalcó, durante los recientes talleres de presupuesto abierto 2024, que se espera una tasa de crecimiento económico de 3.5% y un cierre inflacionario del 5% (en abril el ritmo fue de 8.32% y en mayo disminuyó a 6.54%). Para diciembre del 2024 se estima en 4%, que estaría dentro del rango fijado por la Junta Monetaria (de 3% a 5%). Entre otros indicadores que mostró están las remesas familiares, que estarían subiendo en un rango de 6% a 9% con un valor núcleo de 7.5% para 2023 (con un monto de US$19 mil 393 millones) y para 2024 la proyección es de 4.5% a 7.5%, para un promedio de 6% (unos US$20 mil 556 millones). Las remesas equivaldrían a 19% del PIB, según la previsión oficial. (La Hora 26.06.23)