“Lo pagarán los usuarios”: La reacción del sector de combustibles y construcción a la posibilidad de que suban los impuestos
En una reunión de funcionarios con la Comisión de Finanzas del Congreso el 22 de septiembre, el Superintendente de Administración Tributaria (SAT), Marco Livio Díaz, dijo que como país se tiene la responsabilidad de elevar la carga tributaria y que posiblemente se necesitaría una reforma tributaria. Mencionó que no se prevé aumento a los impuestos generales de la población, sino a algunos impuestos específicos y que por el momento se analizan cambios de tasas al impuesto a la distribución de cemento y al de combustibles denominado impuesto a la distribución de petróleo y sus derivados (IDP). Ante esto, el presidente de la Cámara Guatemalteca de la Construcción (Construguate) Erwin Deger, expresó que en estos momentos no es buena idea subir el impuesto al cemento, ya que apenas se está reactivando el sector construcción luego de la suspensión de proyectos por la pandemia. Agregó que aumentarlos, equivaldría a un efecto de cascada subiendo los costos de los proyectos. “Creo que el superintendente no debió hacer ese comentario, y más bien debería insistir en la lucha contra el contrabando de cemento en la frontera con México. Eso afectaría a la economía formal”, comentó Deger. El impuesto al cemento grava con Q1.50 cada bolsa de 42.5 kilogramos de peso o su equivalente, cuando sea a granel o “clinker”, o en bolsas de peso diferente, según el decreto 79-2000. Mientras que Enrique Meléndez, director ejecutivo de la Asociación Guatemalteca de Expendedores de Gasolina, explicó que en la actualidad los tributos al IDP y al IVA representa alrededor de un 30% del total del precio del galón de gasolina superior y regular. Por lo anterior, presionar más el IDP no solo impactaría en el consumidor final, si no que impactaría en los precios o costos de transporte y de las cadenas de distribución. (Prensa Libre 24.09.20)