Advertencias de huracán financiero en Puerto Rico

Hace poco más de un mes que el gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, afirmó por primera vez que la deuda pública de $72 mil millones del territorio estadounidense era insostenible. En ese entonces, su advertencia de que la única alternativa a una reestructuración amplia era una “falta de pago unilateral y no planeada de las obligaciones” fue vista por muchos como una forma de estimular las negociaciones con los acreedores. Sin embargo, el 3 de agosto, la Corporación de Finanzas Públicas (CFP) de Puerto Rico, una agencia gubernamental, incumplió el pago de $58 millones a tenedores de bonos. “No tenemos el dinero”, explicó Víctor Suárez, el jefe de gabinete del gobernador. La CFP depende de que la legislatura de la isla le asigne fondos para pagar el servicio de sus deudas. Sin embargo, después de una década de recesión ininterrumpida, los legisladores no estuvieron dispuestos a extraer más ingresos de los contribuyentes. Mientras tanto, una pérdida de confianza entre los inversionistas los ha dejado incapaces de recurrir a los mercados de capital. Como resultado, la CFP se las ingenió para enviar solo $628 mil. La agencia calificadora Moody’s rápidamente anunció que consideraba el bono en morosidad. (Siglo 21 21.08.15)

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