Los riesgos que se arrastran aún de la crisis financiera de 2008

“Lehman Brothers sucumbió, y con su colapso convirtió el 14 de septiembre en el día en el que el sistema bancario de Estados Unidos cambió su forma de funcionar. Su bancarrota, con un pasivo de US$613 millardos y activos teóricamente valorados en US$639 millardos (pero cuyo valor de liquidación puede resultar mucho menor) se convierte en la mayor de la historia, seis veces superior a la de Worldcom en 2002 y 10 veces mayor que la de Enron en 2001”. Esa fue la reseña en el diario El País el día siguiente al anuncio de la caída del hasta entonces cuarto banco de inversión de Wall Street. Ha transcurrido una década del estallido de la crisis que se evidenció con los problemas de las hipotecas subprime que se habían iniciado en 2007. En una semana el Wall Street que todos conocían había muerto, sentenció The Wall Street Journal. Para Europa la crisis financiera a partir de 2010 se agudizó con una crisis de deuda que obligó a Irlanda, Grecia y Portugal pedir sendos rescates a la Unión Europea (UE), mientras que España se enfrentó a una crisis inmobiliaria. Todo sumó para que se convirtiera en la peor crisis desde la Gran Depresión de 1929 y hasta hoy persisten los temores de no haber aprendido las lecciones de los excesos financieros que llevaron a una caída de la economía mundial de 1.7 por ciento. (EP 10.09.18)

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