Aceite de palma: La industria que no paró a pesar del COVID-19
Uno de los sectores en Guatemala que no detuvo su producción fue el aceite de palma, a pesar de la pandemia del COVID-19. Un caso de este ‘éxito’ en medio de la crisis sanitaria es la Gremial de Palmicultores de Guatemala (GREPALMA) que logró prevenir los problemas con este virus desde mucho antes de que se diera el primer caso en el país, el 13 de marzo del presente año. Actualmente, la producción de aceite de palma en Guatemala se encuentra posicionada a nivel mundial como el sexto productor y en Latinoamérica el segundo más importante después de Colombia. Esta importante industria aporta el 1.09% del PIB nacional con una aportación de 400 mdd anuales, de acuerdo con GREPALMA. Para Karen Rosales, la directora ejecutiva de la GREPALMA, la implementación del protocolo de protección y acción ante el brote de Covid-19 fue clave para que esta industria no deje de operar. Además, comenta que el protocolo en el sector fue puesto en marcha a partir de enero de 2020. La pandemia como tal la veníamos monitoreando desde que empezó a finales del año 2019 en otros países entonces las prácticas empezaron a implementarse desde el mes de enero y a principios de febrero ya publicábamos información sobre cómo evitar el contagio tanto en español como en idioma Q’eqchi’. Una de las ventajas por las cuales la producción del aceite de palma no ha tenido que detenerse por completo es la temporada. Durante el primer semestre del año, esta industria se encuentra en una temporada baja pero siguen produciendo y trabajando el producto, sostiene la directiva de GREPALMA. Rosales expone que esto se debe a que la producción fuerte es durante la segunda mitad del año que es cuando la temporada de lluvias favorece a la cosecha de la palma. Fuente: forbescentroamerica
