COVID obliga a la OPEP a replantear bombeo

La segunda oleada de la pandemia enfrenta a la OPEP y a Rusia con una profundización de la caída de la demanda petrolera y la eventualidad de que el mercado no pueda absorber el aumento del bombeo previsto para 2021, a tres semanas de que los grandes productores se reúnan para decidir si abrir o no los grifos. En su informe mensual publicado ayer la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) ha corregido por tercera vez desde agosto su pronóstico sobre el consumo mundial de “oro negro” en 2020 y 2021. A pesar de la euforia que reflejan las recientes subidas de los precios del barril de crudo en reacción a la noticia de “una vacuna inminente” y eficaz contra el COVID-19, los expertos de la organización ven aún repletos los almacenes de crudo y alertan de los efectos negativos de la actual crisis económica. Base de los cálculos es una contracción del 4.3 por ciento de la economía mundial en 2020 y un crecimiento del 4.4 por ciento el próximo año, un punto porcentual menos que el pronosticado hace un mes. La OPEP estima ahora que la demanda mundial de petróleo mediará los 90.01 millones de barriles diarios (mbd) este año, 0.28 mbd menos de lo previsto hace un mes, y un 10 por ciento menos que en 2019. “Para 2021, se espera que el crecimiento de la demanda sea de 6.2 mbd (respecto a 2020), lo que representa una revisión a la baja de 0.3 mbd en comparación con la evaluación del mes pasado”, indican los expertos de la OPEP. (El Periódico 12.11.20)

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