China relajará su política de natalidad, pero desconfía de los riesgos sociales -fuentes

China flexibilizará con sumo cuidado su política de natalidad por temor a perjudicar su estabilidad social, incluso después de que el último censo del país pusiera de manifiesto la urgencia de abordar la tendencia a la disminución de los nacimientos y al envejecimiento de la población, dijeron fuentes políticas. La expectativa de que se introduzcan reformas en la política de natalidad china aumentó después de que el censo de 2020 mostrara la semana pasada que la población del país creció a su ritmo más lento en la última década desde los años 50, ya que los nacimientos disminuyeron y el envejecimiento se aceleró. Una tasa de fecundidad de 1.3 hijos por mujer en 2020, a la par de sociedades envejecidas como Japón e Italia, subraya el riesgo que corre China: la segunda mayor economía del mundo puede estar ya en un declive demográfico irreversible sin haber acumulado antes los niveles de riqueza de los hogares de las naciones del G7.

Las autoridades chinas están elaborando un amplio plan para hacer frente a los retos demográficos, según las fuentes consultadas, que incluye formas más eficaces de fomentar la maternidad aligerando las cargas financieras de las parejas, en lugar de limitarse a eliminar los frenos a la natalidad. El aumento de la edad de jubilación, que Pekín ha dicho que se hará gradualmente, ayudará a frenar el declive de la población activa y, con el tiempo, aliviará las presiones sobre el sistema de pensiones, que está infrafinanciado, dijeron las fuentes. China introdujo una controvertida “política de un solo hijo” a finales de la década de 1970, pero relajó las restricciones en 2016 para permitir a todas las parejas tener dos hijos, en un intento de reequilibrar su población de rápido envejecimiento. Sin embargo, el cambio no logró detener el descenso de los nacimientos. Las fuentes dijeron que esperan que Pekín fomente más la maternidad en el marco de la política actual, antes de levantar completamente las restricciones a la natalidad en los próximos 3-5 años. La eliminación de las restricciones a la natalidad podría tener consecuencias no deseadas: un impacto limitado en los habitantes de las ciudades, que son reacios a tener más hijos debido a los altos costes de vida, mientras que las familias rurales podrían expandirse más rápidamente, aumentando la pobreza y la presión sobre el empleo, dijeron las fuentes consultadas. Fuente: www.reuters.com

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