EE. UU. y Rusia elevan la tensión con advertencias
La crisis entre EE. UU. y Rusia escaló ayer un paso más con la expulsión por parte de las autoridades rusas del “número dos” de la Embajada estadounidense en Moscú y las renovadas advertencias de Washington de que la invasión rusa a Ucrania podría ocurrir “en días”. En un movimiento de última hora para recalcar la gravedad de la crisis, el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, viajó a Nueva York para intervenir ante el Consejo de Seguridad de la ONU, que tenía programada de antemano una reunión sobre Ucrania. Blinken describió cómo Estados Unidos cree que Rusia va a proceder, empezando con la creación de un “pretexto” que justifique su ataque, que podría tomar la forma de un falso atentado terrorista, un supuesto descubrimiento de fosas comunes o incluso un ataque real o ficticio con armas químicas. Advirtió que los medios rusos ya han empezado a difundir algunas de estas “falsas alarmas”. El siguiente paso, según EE. UU., serán reuniones gubernamentales al más alto nivel para responder a esa supuesta agresión y el inicio de los bombardeos sobre Ucrania, acompañado de un bloqueo de las comunicaciones y de ciberataques contra instituciones clave. “Después de eso, tanques y soldados rusos avanzarán sobre objetivos clave que ya han sido identificados y señalados en planes detallados. Creemos que estos objetivos incluyen la capital de Ucrania, Kiev, una ciudad de 2.8 millones de habitantes”, aseguró Blinken. (El Periódico 18.02.22)
