Confían en que el país superará desaceleración
A pesar del contexto internacional adverso, el comportamiento de la economía nacional se prevé positivo este año y aunque haya una desaceleración o recesión a nivel internacional, no habría mayores impactos en el país. Esta es una de las principales conclusiones en la que coincidieron varios expertos que participaron en el XII Foro Económico Regional (Fecore) que organizó la Asociación Bancaria de Guatemala (ABG), y que tuvo como análisis principal las perspectivas económicas regionales en 2023. Autoridades monetarias, representantes del sector privado organizado y analistas, señalaron que Guatemala presenta mejores condiciones económicas que otros países, pero es necesario trabajar en el fortalecimiento de las políticas públicas y la inversión en infraestructura, se expuso. En el evento se destacó el desempeño de las diferentes actividades productivas a nivel mundial derivado de los conflictos geopolíticos; las medidas implementadas por la pandemia; políticas monetarias para el control de la inflación; y la posibilidad de que se presente una desaceleración del crecimiento económico. El vicepresidente de la banca central, Alfredo Blanco, y el gerente económico, Johny Gramajo, expusieron que en el mundo “soplan vientos de recesión”, y se hablado que es posible que esta se presente a nivel mundial en el segundo semestre; y aunque no es un escenario base, la mayor parte de expertos en el mundo proyectan un crecimiento mundial más bajo de lo que se observó en 2022, pero todavía positivo. Si en el exterior se observa una desaceleración mayor a la prevista, ya se cuenta con la experiencia de resiliencia y adaptación del sector empresarial para adaptarse a la situación, aparte de las medidas que se adoptarían desde el lado público, se indicó. Y en caso de un escenario de crisis, también existe una coordinación con la política fiscal y se cuenta con instrumentos suficientes para garantizar el acceso al crédito y proveer liquidez en dólares y en quetzales. “La política económica puede tener un efecto contra cíclico, en el sentido de que si la actividad productiva disminuye, las políticas públicas generan incentivos para mitigar esa desaceleración, para tratar de que el problema no sea tan fuerte para las empresas y los hogares”, indicaron los funcionarios. (La Hora 30.01.23)