Empresarios temen por el clima de inversiones

Guatemala es reconocida a nivel interno y externo por su estabilidad macroeconómica y su resiliencia social, pero la falta de gobernanza y la débil institucionalidad son algunos de sus retos por superar, como lo demuestra el ambiente de incertidumbre política generado por las inconformidades relacionadas con los resultados de las elecciones generales del 25 de junio pasado. Ante el riesgo de que la situación se salga de control con sus consiguientes efectos en los negocios y el clima de inversión. las primeras voces empiezan a manifestarse sobre lo que debió ser un proceso ordenado y basado en ley, así como la garantía de los resultados. Una de las coincidencias de los consultados es que esta problemática debe resolverse lo antes posible, de manera que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) oficialice los resultados, para brindarle la certeza del evento pasado y respetar el calendario para llevar a cabo la segunda vuelta electoral programada para el próximo 20 de agosto, así como la asunción en enero del 2024 de las nuevas autoridades que resulten electas. A la pregunta ¿esta coyuntura de falta de certeza político-jurídica puede afectar el clima de negocios y posibles inversiones en el país? Juan Carlos Zapata, director ejecutivo de la Fundación para el Desarrollo de Guatemala (Fundesa), expresó que se esperaría que esto se resuelva esta misma semana, para que no haya ningún cambio en el cronograma electoral.  Si eso ocurre, no pasará nada negativo. “Pero sí existe el riesgo de que se prolongue y se llegue a un limbo legal que pueda afectar la agenda de atracción de inversión al país y la calificación de riesgo para Guatemala, lo que sería un gran retroceso.  Confiamos en que el proceso concluya esta semana, lo que le dará mayor certeza a la voluntad popular”. Waleska Sterkel de Ortiz, directora de la Cámara de Comercio Guatemalteco-Americana (AmCham), enfatizó que definitivamente, la falta de certeza en el proceso electoral y no respetar la decisión de los votantes pone en riesgo la democracia de un país.  “Esto puede generar un entorno poco favorable para los inversionistas, ya que aumenta el riesgo y la incertidumbre al momento de tomar decisiones, lo que puede conllevar a una disminución de la inversión extranjera directa (IED), dificultando aún más el desarrollo económico”. Para Enrique Lacs Palomo, director ejecutivo de la Cámara Guatemalteca de Alimentos y Bebidas (CGAB), la incertidumbre del proceso político ordenado y basado en ley y las fricciones resultantes generan alertas de riesgos sistémicos que degradan la percepción del país como garantista y apegado a la seguridad jurídica. A su juicio, la seguridad jurídica siempre será un factor de peso para el inversionista nacional y extranjero. Fernando Orellana, director ejecutivo de la Cámara Guatemalteca de la Construcción (CGC), coincidió en que la realización de las elecciones generales es la máxima expresión de la voluntad de los guatemaltecos, y para brindar certeza y seguridad jurídica, “el resultado electoral debe ser el que es y el que los ciudadanos decidieron libremente” y se debe velar por la institucionalidad para crear un clima que brinde las garantías jurídicas. (Prensa Libre 07.07.23)

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