Baja inflación no justifica aumento al salario mínimo
Las discusiones y sugerencias técnicas que incluyeron los informes entregados al presidente Bernardo Arévalo para que tomara la decisión sobre un aumento al salario mínimo del 2025 quedaron en segundo plano, al romper el esquema que se ha utilizado para su fijación, y se percibe que la postura fue más política, afirman analistas y empresarios consultados. A finales del 2024, el mandatario decretó un incremento al salario mínimo del 10% para las actividades agrícolas y no agrícolas, y de 6% para las actividades de exportación y maquila, para este año; sin embargo, el ritmo inflacionario cerró en Guatemala en 1.7% ese año, una de las más bajas en los últimos 14 años, por lo que ahora no existe correlación técnica, coinciden los expertos. Los especialistas advierten de al menos cuatro efectos en la economía que podrían reflejarse en el corto plazo. Por ejemplo, un traslado en el incremento de precios, desempleo, informalidad y más migración. Raúl Bouscayrol, presidente de la Cámara de Industria de Guatemala (CIG), afirmó que la fijación del salario mínimo debe basarse en criterios técnicos, que tengan un fundamento en la situación económica del país. Respecto de la relación entre el cierre de la inflación y la fijación de la paga mínima, explicó que la revisión de los salarios mínimos debe basarse en fundamentos técnicos. En ese sentido es importante tomar en cuenta la inflación para mantener el poder adquisitivo del salario. El otro factor importante es la productividad de la mano de obra. Este último elemento es muy importante, dado que mide cuánto más producimos por persona, en promedio, al comparar un año con otro. Los países con alto crecimiento económico tienen una alta productividad, lo cual les permite competir y crecer en los mercados globales. Para el exministro de Economía y representante del sector privado organizado en la Junta Monetaria Sergio de la Torre, se trata de una decisión que no responde a ninguna política económica integral y demuestra que el salario mínimo no es una de las medidas que solucionan los problemas de ingresos de los guatemaltecos trabajadores. “Guatemala tiene uno de los salarios más altos de Latinoamérica, y sin embargo, tenemos uno de los niveles más altos de pobreza también; es decir que el aumento al salario mínimo no resuelve esos problemas”, expresa. (PL 14.01.25)
