Una inusual volatilidad: el efecto Trump

El factor miedo se ha apoderado de Wall Street y la tendencia natural de los inversores cuando esto sucede es apartarse rápido para ponerse a cubierto. Lo que se espera es que la demócrata Hillary Clinton salga elegida presidenta el próximo martes y que los republicanos mantengan el control del Senado. Pero la posibilidad de una victoria del republicano Donald Trump es real y eso acabó provocando algo totalmente inusual en el parqué. La norma de las últimas nueve décadas dice que los mercados encaran la recta final de las elecciones en positivo. No en esta ocasión. El índice S&P 500 arrastra una caída del 3% desde el martes de la semana pasada, cuando empezaron las ventas. Este jueves ya cerró la sesión marcando la peor secuencia desde octubre de 2008, en plena hecatombe financiera, y la remató el viernes con la racha más larga en 36 años. La última vez que el S&P 500 cayó tantas jornadas consecutivas fue en diciembre de 1980 y curiosamente coincidió con el día del estreno de Apple, en la actualidad la mayor compañía cotizada. Entonces la tanda se llevó por delante un 9,4% del valor del índice. El declive visto hasta ahora por el efecto Trump, por tanto, es mucho más suave. También cuando se compara con el 23% que se perdió en las ocho sesiones de hace ocho años. (Siglo 21 07.11.16)

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