Un desbalance legislativo en el Capitolio, frenará el avance del PIB
El 8 de noviembre los estadounidenses también elegirán la composición de los 435 escaños de la Cámara de Representantes y 34 de los 100 que componen el Senado. Una elección clave, ya que el Congreso no solo tendrá la capacidad de potenciar o minimizar el impacto del programa del próximo inquilino de la Casa Blanca, sino que deberá mitigar el descontento popular del electorado. En las elecciones de 2010, los republicanos recuperaron su mayoría en la Cámara Baja y comenzaron a usar el bloqueo político como granada de mano para dinamitar los esfuerzos legislativos, tanto de la Casa Blanca como de los demócratas, todavía en poder del Senado. Fue a partir de entonces cuando se echó mano del techo de la deuda para forzar una crisis que durante el verano de 2011 culminó con la pérdida de la apreciada triple A por parte de la agencia de calificación Standard &Poor’s y que a comienzos de 2013 casi provoca un ajuste fiscal sin precedentes para más tarde, en octubre, obligar al Gobierno federal a cesar gran parte de sus operaciones. Cabe recordar que durante los períodos en que los republicanos han utilizado el bloqueo legislativo, bien con el tema del techo de la deuda o con el cierre del Gobierno, el PIB se ha resentido. Tanto en 2011 como en 2013, la economía creció sólo ligeramente por encima del 1,6 por ciento, los peores niveles desde la recesión de 2009. En cambio, en 2010, 2012, 2014 y 2015, el PIB ha crecido entre un 2,2 por ciento y un 2,5 por ciento. (Siglo 21 07.11.16)