Trabajo rural con brecha de ingresos de 67 por ciento

La precariedad que existe en el trabajo rural es mayor que en el urbano, debido a que se perciben menos ingresos y hay menos cobertura social, según la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asíes).

El estudio denominado Trabajadores rurales en Guatemala analiza el comportamiento del empleo rural, para ello utiliza los datos de las Encuesta Nacional de Empleo e Ingresos (ENEI). En este se refleja que entre 2014 y 2019 el empleo asalariado rural aumentó 36.5 por ciento, equivalente a 570 mil 97 nuevos puestos de trabajo, con un promedio anual de 114 mil. “Está creciendo la fuerza laboral asalariada en el área rural, pero en condición de precariedad y, sí, las brechas son altas”, dijo Julio Prado, investigador de Asíes. En 2019, los ocupados rurales muestran por etnia una brecha en el ingreso promedio de 67 por ciento, con Q2 mil 506.04 para los no indígenas y Q1,496.52 para los indígenas. Se amplía entre los hombres indígenas y no indígenas (75 por ciento) y es menor entre las mujeres indígenas y no indígenas (52 por ciento). El 54 por ciento de los asalariados rurales cubiertos por la seguridad social son empleados privados, 45 por ciento públicos y 1.2 por ciento jornaleros o peones. No aparecen empleados de casa particular ni jornaleros indígenas afiliados al Seguro Social. El 52 por ciento de los asalariados labora en microempresas de uno a cinco trabajadores, y el 16 por ciento en microempresas de seis a 10. El mayor ingreso promedio es en la empresa grande, y por actividad en las empresas medianas dedicadas a la información y comunicaciones. El menor ingreso es en las microempresas de agricultura y otros servicios. (El Periódico 20.07.20)

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