Economía puede tener traspiés por la conflictividad social

‘¿Podría verse en dificultades la recuperación por una nueva ola de tensión social?’, es la pregunta que presenta el Fondo Monetario Internacional (FMI) y que se centra en el aumento de las protestas en diferentes países por causas como la frustración ante el manejo gubernamental de la crisis, el aumento de la desigualdad y la corrupción. El artículo publicado por los funcionarios del FMI Metodij Hadzi-Vaskov, Samuel Pienknagura y Luca Ricci explica que las protestas pueden tener un efecto negativo en el Producto Interno Bruto (PIB) en promedio de 0.2 por ciento, pero puede llegar al uno por ciento, además los disturbios afectan la confianza y elevan la incertidumbre más en países con instituciones débiles y márgenes limitados de política económica. Guatemala vivió el 29 de julio de 2021 una jornada nacional de manifestaciones en rechazo a la gestión de la pandemia que ha tenido el gobierno de Alejandro Giammattei y de la administración del Ministerio Público (MP) a cargo de Consuelo Porras, que se considera en retroceso para investigación de los casos de corrupción. Lejos de afectar el optimismo de las autoridades, las proyecciones del cierre para este año son de un crecimiento cercano al cinco por ciento, luego de la caída del PIB en 2020 a 1.5 por ciento. Para el director de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso-Guatemala), Virgilio Reyes, es difícil anticipar el escenario en el país durante los siguientes meses, pero hay condiciones que hacen pensar en la crisis de 2015. “Se perdió la credibilidad”, dice al comentar la gestión de la pandemia luego de 16 meses del primer caso de COVID-19 registrado en el país. La insatisfacción es permanente en Guatemala y es un elemento que se suma a la corrupción, la falta de desarrollo, la inefi ciencia de los servicios públicos y la marcada diferencia entre lo urbano y lo rural, agregó Reyes. (El Periódico/Prensa Libre 02.08.21)

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