Empresarios temen una posible recesión en EE. UU.
Aunque aún no hay cifras oficiales que lo confirmen, el ámbito empresarial guatemalteco comienza a prepararse y anticiparse ante una eventual desaceleración económica en el país norteamericano por las implicaciones que ello conllevaría. La economía presenta un ciclo: expansión, auge, recesión y depresión. Por los efectos de la pandemia, se experimentó una depresión en el 2020, pero luego hubo auge y expansión en el 2021. En escenarios completamente distintos, hace once años también se presentó ese ciclo debido a problemas financieros. “La economía guatemalteca se ha mostrado resiliente ante los choques económicos externos. Eso gracias en parte a nuestra solidez en materia de política fiscal y monetaria. En términos comparativos con la región, tenemos déficits fiscales y deuda pública moderada, inflación baja, reservas internacionales altas, así como tipos de cambio y de interés estables. Por eso, Guatemala fue el país de la región que menos se contrajo ante la crisis económica mundial de 2009 y también en la crisis de 2020”, explica Luis Alfonso Bosch, presidente de la Cámara de Industria de Guatemala (CIG). Para Enrique Lacs Palomo, director ejecutivo de la Cámara Guatemalteca de Alimentos y Bebidas (CGAB), las autoridades económicas de Estados Unidos hablan de una creciente probabilidad de recesión para 2023 o 2024, pero aclara que depende de las políticas económicas que se adopten en los siguientes meses. En el escenario de una recesión “leve”, los principales efectos serán la pérdida de empleo, menores ventas y baja de utilidades de algunos sectores y productos en EE. UU, lo que se reflejará en las empresas guatemaltecas, en particular aquellas que tienen buena presencia en ese mercado, con exportaciones significativas en áreas como textiles y confección, y algunos productos agrícolas. (Prensa Libre 05.07.22)