La leña cubre el 52% del consumo energético
La leña sigue siendo el principal recurso para cubrir el consumo energético en el país, con el 52.15%. La gasolina, el diésel y la electricidad le siguen, según el Balance Energético del 2024, emitido por el Ministerio de Energía y Minas (MEM). Las autoridades gubernamentales comparten preocupaciones, que van desde cubrir la demanda de productos maderables, como los efectos que tiene el uso de leña tanto para la salud como para la deforestación. Tomando en cuenta el uso generalizado de leña, principalmente en hogares de pobreza y pobreza extrema, los registros oficiales advierten que Huehuetenango, Quiché y San Marcos son los departamentos con mayor déficit de leña; que también coinciden en tener más población en condiciones de vulnerabilidad alimentaria y limitado acceso económico. Por ahora, el Instituto Nacional de Bosques (Inab), trabaja en consolidar los incentivos forestales, lo que permite que se pueda utilizar la leña de manera sostenible. Según la Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi) 2023, efectuada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el uso de leña predomina en los hogares en pobreza extrema y no extrema, con 97.2% y 86.9%, respectivamente. En los hogares considerados no pobres, el uso se sitúa en 57.8%. Los resultados reflejan que el 56% de la población vive en pobreza: 16.2% en extrema y 39.8% en no extrema. El 44% se considera no pobre. Según la Estrategia Nacional de Producción Sostenible y Uso Eficiente de Leña 2013-2024, emitida por el INAB en 2015, la oferta anual promedio de leña se estimaba en 17.96 millones de metros cúbicos, provenientes en su mayoría de bosques naturales (85%), plantaciones forestales (14%) y residuos de la industria (1%). Sin embargo, la demanda anual estimada era de 27.98 millones de metros cúbicos, principalmente por consumo doméstico rural (85%), urbano (13%) e industrial (2%). Se explica que, según esos promedios, se extraían 10.02 millones de metros cúbicos más de los que regeneraba el bosque, lo cual indica que el consumo nacional no es sostenible. Edwin Oliva, jefe de Gobernanza Forestal del INAB, indicó que en 2012 se elaboró el estudio “Oferta y demanda de leña en la República de Guatemala” y se estimó que el consumo energético de biomasa era de 15.7 millones de toneladas por año, mientras que la oferta sostenible ascendía a 10.04 millones. Había un déficit de 5.7 millones de toneladas. (PL 28.07.25)
